Un 28 de febrero de 1994 nacería en una pequeña ciudad al norte de Inglaterra Jacob Edwin Kennedy, o como la mayoría de los mortales lo conocerían diecinueve años después: Jake Bugg.
Tal vez cuando el verano pasado acudí al Optimus Alive no mostré especial atención a que, un tal Jake Bugg tocaba en el escenario principal a eso de las seis de la tarde; un niño que solo llevaba en esto de la música profesional un año escaso, y con un solitario disco a sus espaldas. Tal vez si hubiera sabido un poco mejor de quien se trataba habría aprovechado la oportunidad de mostrarle mi atención, que ya vale. Demasiado arrepentido me siento de aquello, porque a día de hoy se ha convertido, a mi parecer, en uno de los mayores referentes de la música actual.
Y es tal la repercusión que este jovencísimo muchacho de Clifton está mostrando día tras día que, cuanto menos, merecía algún escrito. “El nuevo Bob Dylan“, dicen algunos. Su estilo, mezcla de rock, folk, e incluso blues, es lo que caracteriza su sonido, cuanto menos, vintage. Se dice que su propio productor, Rick Rubin, le obligó a escuchar los diez primero álbumes de Neil Young (por algo será).
Con tan solo 14 años descubrió lo que una simple guitarra era capaz de hacer a un ilusionado niño que veía como Don Mclean cantaba Vicent en la famosa serie de dibujos animado “Los Simpsons”. De esta manera decidió que el primer concierto de su prematura carrera lo realizaría en su colegio, ¿qué mejor que comenzar a tocar delante de tus amigos de toda la vida?
A partir de ahí dió el salto a los pubs y bares de su ciudad. Youtube sería el profesor que perfeccionaría su habilidad a la guitarra. A los 17 fue a parar, tras ser rechazado en el Festival de Glastonbudget (una versión pobre del Festival de Glastounbury), al Introducing Stage de Glastounbury mediante una inesperada propuesta telefónica de la BBC Radio 1.
El siguiente nivel fue el contrato con Mercury Records para grabar su primer homónimo disco y los viajes como telonero de grupos mundialmente conocidos como The Killers o el ex guitarrista de Oasis, Noel Gallagher.
Ya con este tipo de experiencias supondríamos que se sentiría preparado para todo, porque lanzó las fechas para sus primeros tours entre finales de 2012 y gran parte del 2013 (Inglaterra, Europa y EE.UU. linealmente), agotando todas las entradas en la gran mayoría de sus shows.
Tras esto, su segundo álbum vería la luz en septiembre de este mismo año. Shangri La fue el nombre elegido.
Jake ha recibido críticas de numerosos medios. Se le ha llegado a denominar como el mejor cantautor de la década de los noventa, icono musical, joven talentoso o, recordando la gran transcendencia que está teniendo a nivel internacional en tan poco tiempo, un boom, como ya pasara con los Arctic allá por 2005.
El Skiffle era el sonido denominado para la música inicial de los Beatles. Apuesto a que a más de uno se le ha venido a la cabeza el cuarteto de Liverpool al escuchar a este muchacho que apenas roza los veinte. Demasiadas coincidencias reúne el de Clifton con grandes músicos que han triunfado de manera aplastante a lo largo de la historia ¿no?