Bruselas en un día

Conocida por la cerveza y el chocolate, Bruselas es una de las capitales europeas más originales y cosmopolitas. Centro de negocios por excelencia, la capital belga cuenta con una arquitectura y cultura que deja boquiabiertos a los que se acercan a disfrutar de su encanto. Luz, color y vitalidad hacen de Bruselas una ciudad llena de propuestas diferentes para que el viaje sea una experiencia única. Si os animáis a visitarla y tenéis poco tiempo aquí os contamos qué hacer en un día en Bruselas. ¡Preparad las maletas!

POR LA MAÑANA

Galerias Saint Hubert

Galerias Saint Hubert-Foto de Stephane Mignon

Amanece en Bruselas y vuestra primera parada no puede ser otra que las Galerías Reales Saint Hubert. Construidas entre 1820 y 1880, Saint Hubert fueron las primeras galerías comerciales de Europa. Elegantes y distinguidas, están cubiertas por una enorme cristalera y se dividen en tres zonas: La Galería de la Reina, la Galería del Rey y la Galería de los Príncipes. Dentro encontraréis un sinfín de tiendas de las mejores marcas, restaurantes, joyerías, chocolaterías e incluso un cine y un teatro. Lujo y elegancia en los aproximadamente 200 m. que miden estas galerías a las que se puede acceder desde la Rue du Marché aux Herbes, la Rue des Bouchers o desde la Rue de l´Ecuyer.

Las galerías Saint Hubert están situadas muy cerca de la Grand Place, símbolo por excelencia de la ciudad, por lo que prácticamente sin daros cuenta llegaréis al corazón de Bruselas.

A lo largo y ancho de la plaza podréis encontrar diferentes casas gremiales del siglo XVII denominadas Maisons des Ducs de Brabant, el Ayuntamiento de Bruselas, que es la construcción más antigua e importante de la plaza, Le Pigeon, donde se alojó el escritor francés Victor Hugo durante su exilio a Bélgica o la Maison du Roi, residencia durante muchos años de los monarcas reinantes y a día de hoy Museo de la Ciudad. A la izquierda del ayuntamiento se encuentra también la estatua de Everad´t Serclaes, ciudadano famoso por liberar la ciudad de Bruselas en el siglo XIV. Se cree que tocar el brazo a la estatua da buena suerte o la posibilidad de regresar a Bruselas, así que ya sabéis ¡no os vayáis sin probar fortuna!

Si queréis hacer un pequeño parón para descansar podéis sentaros en alguna de sus terrazas a disfrutar de una cerveza mientras contempláis la riqueza arquitectónica de la Grand Place. O si sois más exquisitos en el bar más famoso de la Grand Place, el Le Roy d´Espagne