¡Bienvenidos a septiembre! El mes perfecto para los nuevos propósitos, los nuevos retos y las aventuras por vivir. El cambio de estación nos invita a adentrarnos de nuevo en los ríos y las montañas y disfrutar de los pueblos con más encanto y mejor gastronomía de nuestra península.
Es el momento de las escapadas. Nuestra primera parada será en una ciudad única en sí misma, con un casco histórico Patrimonio de la Humanidad que invita a ser conocida recorriendo sus calles. Cuenta con una gastronomía de chuparse los dedos y una calidad de vida que muchos de las grandes ciudades querrían. ¿Adivináis de quién hablamos? Pues claro, nos vamos a pasar un día a Cáceres.
Por la mañana
La iglesia de Santiago os despertará con su din-don inconfundible que os dan los buenos días. No lo intentéis, ya no podréis pegar ojo. Iros a desayunar a alguno de los bares de la plaza, o si preferís un sitio con encanto, acercaros a la plaza de Santiago y pediros un desayuno en la terraza de La Matilda, un lugar predilecto de los cacereños abierto hace un par de años.
Estaréis ya en el núcleo del que ha sido una de las ciudades universitarias por excelencia después de Salamanca. Por suerte la ciudad no ha perdido su encanto universitario. Estudiantes de toda Extremadura y Andalucía ponen la guinda del pastel con un ambiente de juerga de jueves a domingo que acompañan oferta de bares por metro cuadrado.
Coged fuerzas para el día que se os presenta por delante. Empezad el día en la plaza, la encontraréis a cinco minutos de la iglesia de Santiago. Os sorprenderá su inclinación y os invitará a sentaros en las escaleras que dan pie a la zona antigua y desde la que podréis contemplar la vida en la ciudad.
Adentraros en la parte antigua declarada Patrimonio Cultural de la UNESCO en 1986, no es para menos. Recorred sus calles empedradas pasando por la Iglesia de Santa María hasta la Iglesia de San Jorge. Continuad subiendo las escaleras hasta que lleguéis hasta la Plaza de las Veletas. Cerca encontraréis el museo de Cáceres donde podréis conocer su historia y su cultura ligada a la agricultura y el pastoreo.
Desde ahí perderos por el barrio judío entre calles. No dejéis de visitar los distintos palacios de familias de antaño así como el parador, uno de los más prestigiosos del país.
¿Comer o tapear?
Antes de comer, ¡no podéis dejar de tomaros un buen aperitivo! Tenéis varias opciones para tomaros unas cañas o vinitos acompañados de unas tapas. Tenéis varias opciones para comer por Cáceres.
Barrio de San Blas
Uno de los barrios obreros de Cáceres, lo encontraréis bajando del casco antiguo por la iglesia de Santiago. El bar más conocido en el barrio es el Salas. Podéis tomaros unas buena tapa acompañada de un litro de cerveza por cinco euros, ¡ahí es nada!
Las Claras
Situado en la misma plaza que lleva su nombre, es un clásico entre los cacereños y posiblemente uno de los mejores lugares de la ciudad. No dejéis de hablar con sus dueños y clientes habituales que siempre os regalarán una sonrisa y aconsejarán sobre cualquier aspecto de la ciudad. Los fines de semana es tradición ir a tomar un buen aperitivo, pero Las Claras también es recomendable por su oferta de exposiciones, conciertos y festival de cortos durante el verano.
Nuevo Rialto
El bar perfecto para los amantes del rock y los buenos pinchos. Todos los sábados por la mañana podéis ir a probar su cocido extremeño o sus migas, pero también es recomendable si hay fútbol o baloncesto.
La Tapería
Uno de los locales más recomendados por todos y cada uno de sus habitantes. Cuenta con una carta de tostas y raciones con las que no pasaréis hambre. ¡No dejéis de probar sus Gin Tonic!
Por la tarde
Lo mejor en Cáceres por la tarde es disfrutar de una buena siesta. Pero si lo que queréis es disfrutar de la ciudad, podéis ir a visitar al Parque del Príncipe. Se encuentra al lado de la Avenida de Hernán Cortés. Allí podréis descansar mientras dais un paseo donde os cruzaréis con esculturas que conforman un museo al aire libre.
Quizá sea un hándicap para muchos, pero lo bueno que tienen las ciudades pequeñas es que puedes llegar andando a todos sitios. Antes de que caiga la tarde dirigíos con vuestros pasos hacia la Virgen de la Montaña. Así podréis hacer la digestión mientras subís la cuesta con la que hay que lidiar, de ahí su nombre. En cada parada daros la vuelta e id viendo como la ciudad antigua se presenta frente a vosotros, un espectáculo irrepetible al atardecer.
Si conseguís llegar arriba tomar aire y respirad. Vuestra recompensa la tendréis ante vosotros. Podréis vislumbrar no sólo la ciudad, sino toda la llanura que la rodea. Las mejores panorámicas de Cáceres están en este ermita a la que muchos suben cada día, ya sea por devoción como por tradición. Incluso hay que redime sus pecados o da gracias a la virgen de la montaña subiendo descalzos la cuesta que la franquea.
Por la noche
Pegaros una ducha y en marcha. No podéis perderos la parte antigua iluminada a la luz de las farolas. Volved a perderos entre sus callejuelas y descubrir sus misterios. Cada día se realiza un tour nocturno que sale desde la Plaza Mayor con el que podréis conocer la historia que esconden sus rincones monumentales, iglesias y palacios. En la siguiente Guía encontraréis toda la oferta cultural y de ocio “en vuestra mano”.
Para degustar la buena gastronomía extremeña acercaros a la Torre de Sande, un clásico de la ciudad, y probad los vinos con sus estupendas raciones. ¡No os quedaréis con hambre! También podéis reservar en El Paladar de Felisa, una casa rehabilitada en restaurante donde os sentiréis en vuestro hogar. Si queréis seguir tapeando id La Traviata y probad sus vinos.
Pese a tener fama de haber perdido el espíritu universitario de antaño, Cáceres tiene una oferta cultural de música, teatro, cine y bares para gustos y colores. Os recomendamos no perderos alguno de los conciertos o sesiones en El Corral de la Cigüeña, uno de los lugares con más encanto de la ciudad. No dejéis de ir tampoco a alguno de los conciertos de jazz o las actuaciones de monólogos en el Bogaloo y bailar en La Habana o el María Mandiles. Si todo va bien acabaréis la noche en el barrio de la Madrila esperando para entrar en su after más mítico, El Rita.