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Visitar la Sagrada Familia, pasear por la Rambla, tomar un batido de frutas en el mercado de la Boquería, recorrer las calles del Born, darse un chapuzón en las playas de la Barceloneta… son planes geniales que hacer en Barcelona. Pero ¿cuáles son los rincones más originales de la ciudad condal? ¿Qué planes alternativos puedes hacer? Hoy vamos a contarte 6 ideas atípicas, para que disfrutes de Barcelona de una forma diferente.
1. Ir al parque de atracciones del Tibidabo
El Parque del Tibidado es toda una leyenda para los barceloneses… aunque muchos visitantes ni siquiera saben que existe. Con más de 100 años de historia, este parque de atracciones es uno de los más fascinantes y vintage de toda Europa. Y si te animas, te recomendamos subir a la noria, al Carrousel y al Avión.
Info útil: la entrada cuesta 28,50€ (10,30€ para los niños de hasta de 120 cm).
Consejo: si las atracciones no llaman especialmente tu atención (o el precio te parece excesivo) no descartes subir hasta la montaña del Tibidabo. Desde aquí arriba se disfrutan de las mejores vistas de Barcelona (y completamente gratis).
2. Salir de tapas por el Poble Sec
En cada guía de viajes sobre Barcelona se debería incluir este aviso: “prohibido comer en Las Ramblas”. Salvo alguna rara excepción, la comida en la calle más famosa de la ciudad suele ser cara y de no muy buena calidad… vamos, que es mala. Pero en el resto de Barcelona hay muchos sitios donde poder disfrutar de buena comida a precios reducidos. Uno de nuestros favoritos es el Poble Sec, un barrio auténtico barcelonés, donde podrás irte de cañas y acompañarlas por unas tapitas variadas.
Sitios recomendables en esta zona son el Blai Tonight (C/Blai, 23) con pintxos y tapas por 1€, o el Quimet i Quimet, un pequeño local de unos 30m2 que es toda una institución. Aquí es imprescindible pedir una cerveza artesanal y probar algún montadito como el de salmón, yogur y miel trufada (2,50€) que está de muerte.
3. Admirar el hospital más bonito
Hay mucha gente que, tras la visita a la Sagrada Familia, vuelve al metro para dirigirse a cualquier otro punto de Barcelona. No saben que si siguieran la preciosa Avenida de Gaudí, que sale desde la mismísima Sagrada Familia, llegarían al Hospital de Sant Pau, una de las joyas del modernismo barcelonés. Patrimonio de la Humanidad desde 1997, esta obra de Domènech i Montaner es uno de los hospitales más curiosos y bonitos del mundo. Recorriendo sus pabellones y jardines te sentirás en una película de dibujos animados, o en un sueño surrealista.
4. Visitar un bar… secreto
El Dry Martini está considerado como uno de los 50 mejores bares del mundo y es un lugar legendario en la noche barcelonesa, probablemente por el secreto que oculta: tras él se esconde el Speakeasy, un restaurante clandestino al cual solo se puede acceder con una contraseña que recibirás en tu correo tras haber reservado una mesa.
El menú es de aquellos sofisticados con precios que, como puedes imaginar, no son precisamente para mochileros (el menú de mediodía sale por 39€). Pero un día es un día, además… ¡siempre puedes pasar el resto del viaje comiendo bocadillos de atún!
Dónde: Calle Aribau, 162
5. Perderse en el laberinto de Horta
Este parque, ubicado en una ladera de la sierra de Collserola, está catalogado como uno de los más bonitos de Barcelona y es el más antiguo de la ciudad. Cuenta con un jardín neoclásico de tres niveles y otro romántico, aunque su gran atracción es el laberinto formado por unos 750 cipreses.
Info útil: la entrada suele costar unos 2€ aunque hasta julio es gratuita (por estar con trabajos de mantenimiento).
6. Conocer la biblioteca más curiosa
A poca distancia del Arc de Triomf, en Passeig de San Joan 26, se encuentra la que posiblemente sea la biblioteca más curiosa de Barcelona: La Biblioteca Pública Arús. Aparte de su innegable magnetismo vintage hay algo que capta la atención: una réplica de la estatua de la libertad, símbolo de la conexión entre la ciudad catalana y Nueva York.
Y tú ¿conoces más cosas insólitas que hacer en Barcelona? ¡Comparte con nosotros!
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Sobre el autor
“Viajes, gastronomía y arte son las grandes pasiones de Rober y Lety, una pareja que se ha sentido minúscula contemplando el amanecer en Birmania, ha viajado en un bus con una cabra en el techo en Filipinas, se ha bañado bajo la vía láctea en Nueva Zelanda y… mejor descubre más aventuras en su blog: www.mochileandoporelmundo.com. Su lema: si muchos sueñan lo mismo que tú, ¡sueña más fuerte!”
