Todos sabemos que Menorca es una de las opciones más populares entre los turistas nacionales y extranjeros con la llegada del verano, pero ¿quién dijo que no merece la pena visitar la isla durante el resto del año? Las buenas temperaturas se alargan más alrededor del Mediterráneo que en otras zonas de España y se puede disfrutar de los rayos de sol en los meses de primavera y otoño. Sea cual sea tu disponibilidad para viajar, te recomendamos que dediques tu tiempo a hacer una escapada a Menorca ya que es una isla para vivir los 365 días del año.
La primavera llega a Menorca
A finales de marzo empiezan a subir las temperaturas, el sol suele predominar en la isla y si las lluvias lo permiten, Menorca se convierte en uno de los destinos más recomendables para viajar. A pesar del gran volumen de visitantes que suele recibir para las vacaciones de Semana Santa o en alguno de los días festivos que hay en los meses de primavera, el turismo todavía no es tan masivo como en pleno verano. Para mi es el mejor momento para dejar de lado el turismo de sol y playa y disfrutar de los encantos al aire libre de Menorca. Uno de los rincones favoritos en la isla es sin duda el Faro de Favaritx. Y es que aunque la isla cuenta con muchos de ellos repartidos por sus costas, éste es uno de los más famosos, y para mi gusto, con más encanto del Mediterráneo. Está al noreste de Menorca, ubicado en un paisaje ausente de vegetación, que hace sentir a los visitantes que están en el fin del mundo.
Sol y calor estival
Llega el verano y Menorca lo celebra por todo lo alto con la fiesta de San Juan. Aunque son muchas las localidades que celebran con hogueras, música y fiesta la noche más larga del año, esta celebración en la isla cobra especial importancia. Y sin duda, los caballos y jinetes se convierten en protagonistas en los últimos días de junio, donde además de que la isla acoge a miles de turistas, se pueden ver los curiosos ‘jaleos’. Impresiona ver cómo los menorquines intentan levantar, literalmente, al caballo con su jinete domándolo para que se quede a pie.
Los trajes y colores llenan las calles de la isla ante la atenta mirada de visitantes de todo el mundo
Y como bien decía, durante los meses de julio y agosto Menorca queda completamente masificada por turistas, pero por el contrario es la mejor época para disfrutar de las paradisiacas playas y calas que hay repartidas por la isla. Por lo tanto, bañarse en un Mediterráneo turquesa y tomar el sol sobre una arena fina y dorada sin estar rodeados de turistas, se convierte en una tarea ardua pero no imposible. Existen muchos rincones desconocidos por los turistas, y aunque haya que armarse de paciencia para llegar a ellos, es posible encontrar un poco de tranquilidad y relax en los meses de julio y agosto en Menorca. Una de las zonas de baño con más encanto de la isla es la Cala de Binimel-la, donde se pueden encontrar numerosos monolitos colocados a orillas del Mediterráneo.
Dulce otoño en la isla
Octubre es un mes impredecible en cualquier rincón de España; puede ser que llueva torrencialmente, que el frío llegue de repente o que parezca que el verano no quiera ‘decir adiós’. Disfruta de las ‘suculentas’ festividades del 12 de octubre y del 1 de noviembre para hacer una escapada a la ‘isla bonita’ de las Baleares. Aunque no podrás bañarte o disfrutar de las playas de Menorca igual que en verano, no se necesita que el termómetro supere los 30 grados para enamorarnos de la isla.
El mejor momento del año para recorrer sus encantadores pueblos
Aunque Ciudadela y Mahón son las poblaciones más grandes y turísticas, considero que no hay ninguna más hermosa que Binibeca. Sus callecitas empedradas, sus cuidadas casitas bajas pintadas de blanco, la tranquilidad que se respira… Los que quieran una jornada de descanso y relax sin duda este pueblo es el más recomendado, hasta encontraréis carteles en los que se “ruega silencio”.
Un invierno diferente en Menorca
Tanto Papa Noel como los Reyes Magos recorren todos los rincones del planeta y por supuesto también Menorca, así que si dispones de unos días libres para las fechas navideñas y quieres celebrarlas en familia de una forma diferente, podrás disfrutar de la magia de la Navidad en Menorca. En las poblaciones más grandes de la isla, Ciudadela y Mahón, se hacen mercadillos navideños, se cantan villancicos, se realizan ‘chocolatadas’ populares y Papa Noel y los Reyes Magos esperan que los niños les cuenten sus deseos por haber sido buenos. Los que viajen en pareja o junto a amigos, podrán disfrutar de un alojamiento y cotillón a buen precio mientras disfrutan de una de las islas preferidas del Mediterráneo.
Para los que piensen que en invierno no podrán hacer las mismas actividades o ver los mismos atractivos que en verano, se equivocan
Sin duda, es la mejor época para ver sin apenas turismo lugares cargados de historia y encanto como la Fortaleza de la Mola, la Torre de Fornells o las Canteras de D’Hostal. Para ésta última, entre los meses de octubre a abril la entrada es totalmente gratuita, por lo que además de conocer los rincones más importantes de Menorca es una forma de ahorrar en nuestro viaje. Además, en Menorca se puede hacer un viaje en el tiempo visitando sus diferentes ‘talayots’, diferentes monumentos que dejó la cultura talayótica siglos atrás y que hoy en día nos muestra la importancia de la isla a lo largo de la historia.
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