Uno de los viajes que os marcarán de por vida. Tomar la decisión de ponerse la mochila al hombro e ir a recorrer Europa en tren durante los meses de vacaciones. Este post va dedicado a todos los que estéis pensando en emprender esta aventura, consejos basados en la propia experiencia. ¡Esperamos que os ayuden!
Diez son multitud
Seamos serios, si no os ponéis de acuerdo al salir de marcha, menos lo haréis cuando tengáis que visitar una ciudad o coger un tren a tiempo. Cuantos menos amigos os vayáis a viajar mejor, tanto por comodidad como por facilidad. Lo tendréis mucho más sencillo a la hora de reservar trenes, hostales, y además estaréis más abiertos a compartir el viaje con amigos extranjeros;)
No planificar en exceso la ruta
El mejor viaje es el que te encuentras por el camino. No importa que hayáis planificado el viaje un mes antes o que en dos días hayáis decidido poneros la mochila al hombro para recorrer Europa. Por mucho que intentéis planificar el viaje siempre os quedaréis más días en alguna ciudad que os enamore porque coincida con un festival, haya una fiesta o hayáis conocido a compañeros de viaje. Habrá otras ciudades de las que saldréis huyendo nada más pisar suelo firme. En eso consiste el Interrail, en vivir el momento a cada paso por Europa.
Imprimir billetes de avión antes de comenzar el viaje
Importante sobre todo si viajáis con compañía lowcost y decidís terminar el Interrail volviendo en avión. Si al llegar al aeropuerto no tenéis vuestro billete impreso os saquearán un dinero que igual ni tenéis ni os confiarán con la pinta de pordioseros que tendréis a esas alturas. ¡Sed precavidos!
Visitar una ciudad al menos durante dos días
Dos igual se quedan cortos incluso para algunas de las capitales europeas como París o Berlín, en las que necesitaréis al menos cuatro días para llegar como mínimo a disfrutarlas de día y de noche. Seguro que os dejaréis mil cosas por visitar por el camino, pero pensar en la cantidad de experiencias que os lleváis a cuestas durante el mes que habéis estado rondando. Sentiréis la satisfacción de haber cruzado al menos cuatro países diferentes.
Cuanto menos peso en la mochila, mejor
Al pensar en viajar durante un mes rápidamente tendemos a meter ropa a tutiplén en la mochila como si un hubiera un mañana. ¡No os confundáis! Vais a utilizar dos pantalones a lo sumo junto con cinco camisetas, cada una para un día de la semana. Un jersey, no más, os será suficiente para resguardaros del frío. Zapatillas, chanclas y un bikini por si llegáis a bañaros durante el viaje. ¿Toalla? La del decatlón. Un buen método para ahorrar en productos de higiene es repartirlo en varias mochilas de modo que uno lleve el champú y otro el jabón de pastilla, que siempre ocupa menos espacio. Si os faltara algo durante el camino lo podréis comprar en cualquier ciudad europea.
Las postales siempre fueron el mejor regalo
No carguéis la mochila de regalos que hagan que cada vez caminéis más cabizbajos. Enviar una postal desde cada ciudad donde estéis y os ahorraréis el pensar qué comprar a los amigos y familias. Quedaréis como señoritos con un regalo simple pero en este mundo tecnológico ya casi inexistente. Les daréis una alegría.
Viajar de noche mejor que de día
La mejor manera de viajar durante el Interrail es reservando los trenes que viajan de noche. Acabaréis más cansados pero aprovecharéis el doble de tiempo en las ciudades. Os recomendamos viajar de noche sobre todo las largas distancias entre ciudades europeas. La mejor página para reservar vuestros billetes de tren es la alemana: http://www.bahn.de/p/view/index.shtml
Recoger billetes de tren al llegar a cada destino
Os evitaréis colas innecesarias y perderéis menos tiempo. Os dará pereza cogerlos nada más llegar, lo sabemos, ya que tendréis unas inmensas ganas de salir a patear ciudad. Pero os aseguraréis de tener sitio en el siguiente viaje, con suerte en un camarote propio, y podréis planificaros mejor el sitio en la ciudad.
Cartas y pipas en el tren, fundamental
Concienciaros: vais a pasar horas y horas metidos en un tren. Un buen repertorio de música, cartas y pipas serán esenciales para pasar el rato. Intentar coger sitios que puedan abrirse en forma de cama y si tenéis un solo compartimento para vosotros, mejor qué mejor. Durante el viaje fichar los asientos de primera clase porque muchas veces os dejarán colaros si hay pocos pasajeros. Si os compráis pan con nocilla y embutido también podréis aprovechar para pegaros pequeños caprichos entre pueblo y pueblo.
No perder el saco de dormir en ningún momento
Por mucho que no queramos admitirlo, no siempre os encontraréis sitios encantados e higiénicos por Europa. Mejor prevenir que curar: llevaros el saco de dormir para evitaros dormir con chinches y salvaros de un apuro si os quedáis tirados en la calle en algún momento del viaje. También os servirá de abrigo en ciudades con temperaturas más fresquitas. ¡No os lo olvidéis!
Alimentarse a partir del desayuno de los hostales
Los españoles siempre hemos sido así. Haceros con un buen pack de bolsas desechables para guardar los sándwiches del desayuno que aprovecharéis para la comida. ¡Ojo! Hay muchos hostales que se han dado cuenta del truco y ponen vigilantes para que no infrinjáis la norma. Con un buen desayuno funcionaréis durante todo el día. ¿Y para comer sin gastaros un duro? Las hamburguesas de un euro están presentes en todas las ciudades europeas y son perfectas para alimentaros sólo durante un mes, luego no volveréis a probarlas en vuestra vida;) Cuanta más comida y embutido llevéis desde España, mejor. Por eso, os recomendamos aprovechar mitad del macuto para el rico embutido del hogar.
El alojamiento: cuanta más gente, más barato
En el Interrail no buscas la comodidad, sino descubrir Europa de la manera más económica. Es el viaje perfecto para conocer a viajeros andantes. Dormiréis en habitaciones de 8 y 16 personas e incluso podréis conocer personas locales que os alojarán en sus casas. ¡Una experiencia única! Practicaréis idiomas y podréis coincidir con gente realmente interesante. También es una oportunidad perfecta para practicar CouchSurfing
El jabón de lagarto, vuestro fiel aliado
Algo realmente imprescindible;) El poco peso en la mochila requiere un buen jabón lagarto que será vuestro aliado durante el viaje. El momento perfecto para lavar ropa será durante la noche que os quedéis en los hostales. Recomendación: llevaros ropa de la que os podáis deshacer al final del viaje ya que acabará echa un pequeño amasijo de rapiña.
Monumentos, parques y cafés, perfectos para resguardarse del calor
Si vais a viajar en verano, tenedlo claro: vais a pasar calor. Lo mejor que podéis hacer es ir a visitar la ciudad bien pronto y al mediodía buscar un buen refugio en alguna iglesia, catedral, mausoleo…Os aseguramos que son los sitios más fresquitos. También podéis tomaros un buen café tranquilamente durante las horas que más pega el sol. ¿Alternativa? Los parques son perfectos para seguir disfrutando de la siesta typical spanish;)
Napoleón está en todas partes
Allá donde vayáis lo encontraréis: París, Berlín, Viena, Cracovia, Praga…está en todas partes.¡Estad atentos!
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